Explicación de la acusación por la muerte de Matthew Perry
Jasveen Sangha, conocida como la "Reina de la Ketamina", y Salvador Plasencia, conocido como "Dr. P.", están acusados de participar en un conspiración para distribuir sustancias controladasen particular ketamina, y metanfetamina. Presuntamente operaban una red para la distribución ilegal de estas sustancias, que incluía la venta de drogas a individuos fuera de las prácticas médicas legítimas, lo que resultó en al menos una muerte. En este artículo nuestro abogado de defensa criminal federal explica la acusación en la muerte de Matthew Perry.
La "reina de la ketamina" y su presunta red criminal
En su escrito de acusación, los fiscales federales describen una operación en la que no sólo se vendían drogas, sino que se orquestaba una red encubierta de venta de medicamentos con receta que, en última instancia, condujo a la trágica muerte de una conocida celebridad, Matthew Perry.
Administración temeraria de drogas peligrosas
La ketamina es un potente anestésico clasificado como sustancia controlada de la Lista III en los Estados Unidos. Se utiliza médicamente para la anestesia y el tratamiento del dolor, especialmente en cirugías y situaciones de emergencia. Sin embargo, debido a sus potentes efectos sobre el sistema nervioso central, incluido el potencial de alucinaciones, disociación y, en algunos casos, depresión respiratoria, debe ser administrada por un profesional médico cualificado que pueda controlar al paciente y responder a cualquier reacción adversa.
Jasveen Sangha se ganó el apodo de "Reina de la Ketamina" por su papel central en una red de distribución ilegal de drogas a gran escala que se dedicaba principalmente a la venta y distribución de ketamina. La operación de Sangha era conocida por suministrar ketamina fuera de los límites de la práctica médica legítima, a menudo a personas que buscaban la droga por sus efectos disociativos y no por una necesidad médica legítima.
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Perry fue inyectado con ketamina bajo la dirección del Dr. P.. El Dr. P. no se limitó a suministrar la droga, sino que también instruyó a una persona sin formación, Kenneth Iwamasa, sobre cómo inyectar a Perry, experimentando con diferentes puntos de inyección hasta que "encontraron el punto óptimo". Los fiscales sostienen que la actitud despreocupada ante un procedimiento tan grave y peligroso revela el total desprecio de los conspiradores por la seguridad y la ética médica.
Un enfoque arrogante para un juego mortal
Los fiscales describen a unos conspiradores ávidos de dinero que tenían una actitud arrogante ante la vida y la muerte. En el escrito de acusación destacan una conversación en la que el Dr. P. se comunicó con sus conspiradores para vender ketamina a Matthew Perry, refiriéndose a Perry como un "imbécil". Describen al Dr. P. como alguien que estaba más interesado en cuánto dinero podía sacarle a Perry que en los peligros que le estaban imponiendo. Los fiscales también señalan que los conspiradores hablaron con Perry de la posibilidad de "repetir el negocio", argumentando que sólo veían a Perry como un objetivo.
Secreto y lenguaje codificado en los casos de conspiración de drogas
Es habitual que los conspiradores de la droga utilicen un lenguaje codificado. Tienen la falsa creencia de que así pueden negarlo. Sangha y el Dr. P. hicieron todo lo posible para conseguirlo. Se referían a la ketamina, la droga central de su operación, como "Dr. Pepper", "latas" o "bots". Los fiscales alegan que creían que el uso de términos cotidianos les permitía hablar abiertamente de sus transacciones sin levantar sospechas. También se comunicaban mediante aplicaciones de mensajería cifradas, con la esperanza de que sus conversaciones sobre actividades ilegales permanecieran ocultas a las fuerzas de seguridad.
La cadena de suministro y la búsqueda de beneficios
Entre bastidores, el Dr. P. y sus cómplices trabajaban incansablemente para mantener su operación en perfecto funcionamiento. El Dr. P. se coordinaba con el Dr. Mark Chavez para asegurarse un suministro constante de ketamina, utilizando recetas fraudulentas y otros medios engañosos para obtener la droga. Cuando se agotaban los suministros, el Dr. P. se encargaba rápidamente de conseguir más, asegurándose de que el flujo de drogas -y los beneficios- nunca se detuvieran.
El trágico desenlace
Las drogas que vendían y administraban eran potentes y peligrosas, y las consecuencias fueron fatales. Tras una de esas inyecciones, Perry sucumbió a los efectos de la ketamina, lo que le causó una muerte prematura.
Secuelas y encubrimiento
Cuando la investigación sobre la muerte de Perry empezó a cerrarse, el Dr. P. y sus cómplices se apresuraron a cubrir sus huellas. El Dr. P. supuestamente falsificó historiales médicos en un intento de disfrazar sus actividades ilegales de práctica médica legítima. Pero según los fiscales, la verdad ya había empezado a desvelarse.
Explicación de los cargos federales por la muerte de Matthew Perry
Conspiración para distribuir ketamina (21 U.S.C. § 846)
Ambos acusados están acusados de conspirar para distribuir ketamina, una sustancia controlada de la Lista III. Este cargo implica ponerse de acuerdo para distribuir la droga ilegalmente e implica múltiples actos manifiestos que fomentaron la conspiración.
Los fiscales federales favorecen los cargos de conspiración porque les permiten responsabilizar a múltiples acusados de un plan delictivo colectivo, lo que facilita vincular a los individuos a una empresa delictiva más amplia y conseguir condenas aunque no hayan cometido directamente los actos delictivos subyacentes.
Distribución de ketamina con resultado de muerte (21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(E)(i))
Sangha está acusado de distribuir ketamina que provocó directamente la muerte de una víctima. Este cargo es especialmente grave, ya que vincula la distribución ilegal con un desenlace fatal.
Posesión con intención de distribuir metanfetamina (21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(A)(viii))
Sangha también está acusado de poseer una cantidad significativa de metanfetamina con la intención de distribuirla. La metanfetamina es una sustancia controlada de la Lista II, y este cargo pone de relieve el alcance de la presunta operación de distribución de drogas.
Mantenimiento de un local con drogas (21 U.S.C. § 856)
Sangha está acusado de utilizar una residencia en North Hollywood, California, conocida como "Sangha Stash House", para fabricar, almacenar y distribuir sustancias controladas, incluidas metanfetamina y ketamina.
El estatuto de mantenimiento de un local implicado en drogas declara ilegal que cualquier persona abra, alquile, utilice o mantenga a sabiendas cualquier lugar -ya sea de forma permanente o temporal- con el fin de fabricar, distribuir o consumir sustancias controladas. Este cargo es relativamente común en los procesos federales por drogas, especialmente en casos relacionados con operaciones de drogas a gran escala. A menudo se utiliza contra personas que pueden no estar directamente implicadas en la venta o fabricación de drogas, pero que facilitan las actividades ilegales al proporcionarles un espacio. Esto puede incluir a propietarios, administradores de propiedades o incluso ocupantes de una propiedad que permiten que se utilice para fines relacionados con las drogas.
Alteración y falsificación de registros relacionados con una investigación federal (18 U.S.C. § 1519)
Plasencia está acusado de alterar y falsificar documentos para obstruir una investigación federal. En concreto, facilitó historiales médicos falsificados para engañar a los investigadores sobre la verdadera naturaleza de su participación en la distribución de ketamina.
Decomiso penal (18 U.S.C. § 924(d)(1), 21 U.S.C. § 853 y 28 U.S.C. § 2461(c))
Esto implica que el gobierno solicita la confiscación de cualquier propiedad o activo derivado o utilizado en la comisión de estos delitos. Si son condenados, los acusados podrían perder importantes activos vinculados a sus actividades delictivas.
Por qué estos cargos son de carácter federal
Los cargos son federales debido a la gravedad de los delitos, que implican la distribución ilegal de sustancias controladas que condujeron a la muerte de una conocida celebridad. La jurisdicción federal se aplica en este caso por varias razones clave:
- Violación de Droga federal Leyes: La distribución de sustancias controladas como la ketamina y la metanfetamina entra dentro del ámbito de la legislación federal, concretamente de la Ley de Sustancias Controladas. Esta ley regula estas drogas en todo el país, y las infracciones se persiguen a nivel federal.
- Impacto interestatal y nacional: La implicación de una celebridad cuya muerte fue consecuencia de la presunta distribución ilegal de estas sustancias pone de relieve las posibles implicaciones interestatales. Cuando las acciones penales pueden afectar a varios estados o implicar al comercio interestatal, normalmente se tramitan ante un tribunal federal.
- Investigación federal: El caso fue investigado por agencias federales como la DEA, lo que subraya su importancia. Estos organismos disponen de los recursos y la autoridad necesarios para abordar operaciones complejas y a gran escala, especialmente las que afectan a personas de alto perfil.
- Gravedad e interés público: Los cargos son especialmente graves debido a la conexión con la muerte de una figura pública. Esto eleva la importancia del caso, convirtiéndolo en una prioridad para el enjuiciamiento federal, que trata de abordar no sólo la distribución ilegal, sino también el daño resultante, incluida la pérdida de vidas.
Esta combinación de factores -infracciones federales de drogas, el potencial impacto interestatal, la implicación de la investigación federal y las graves consecuencias- hace que éste sea un caso federal.
¿En qué se centrará la defensa?
El escrito de acusación presenta un panorama complejo de la presunta empresa criminal de los acusados.
Cuestionamiento de la validez de la acusación de conspiración
La acusación debe probar que hubo un acuerdo entre los acusados y otros para cometer los actos ilegales, y que cada acusado participó a sabiendas en esta conspiración. Impugnar la existencia de tal acuerdo, o la conciencia y participación de los acusados, podría ser una estrategia de defensa.
Impugnación de la causalidad en la imputación de muerte sobrevenida
La acusación relaciona la distribución de ketamina por Sangha con la muerte de una víctima. La defensa podría alegar que hubo otros factores que contribuyeron a la muerte, como el estado de salud previo de la víctima, otras sustancias o la actuación de terceros, para crear duda razonable.
Defensa contra el cargo de falsificación de registros
En el caso de Plasencia, la defensa podría centrarse en impugnar la interpretación de los documentos por parte de la fiscalía y en determinar si las alteraciones fueron importantes para la investigación. Si puede demostrarse que los cambios fueron insignificantes o que no pretendían obstruir la justicia, esto podría debilitar la acusación.
Cada uno de estos cargos conlleva importantes penas, incluidas largas condenas de prisión y cuantiosas sanciones económicas. La complejidad de los cargos, en particular la participación de múltiples conspiradores y las graves consecuencias de los presuntos delitos (como la muerte), requerirán una sólida estrategia de defensa centrada en desacreditar las pruebas de la acusación, impugnar la interpretación de la ley y explorar cualquier error de procedimiento o violación constitucional que pueda haber ocurrido durante la investigación y el proceso de acusación.
Delitos y penas
Cuenta(s) | Ofensa | Estatuto | Rango del castigo |
---|---|---|---|
1 | Conspiración para distribuir ketamina | 21 U.S.C. § 846 | Hasta 20 años de prisión, una multa de hasta 1 millón de dólares, o ambas cosas. |
2 | Mantenimiento de un local con drogas | 21 U.S.C. § 856(a)(1) | Hasta 20 años de prisión, una multa de hasta 500.000 dólares, o ambas cosas. |
3 | Distribución de ketamina con resultado de muerte | 21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(E)(i); 18 U.S.C. § 2(b) | De 20 años a cadena perpetua, una multa de hasta 1 millón de dólares, o ambas cosas. |
4-10 | Distribución de ketamina | 21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(E)(i) | Hasta 10 años de prisión, una multa de hasta 500.000 dólares, o ambas cosas. |
11-14 | Distribución de ketamina | 21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(E)(i); 18 U.S.C. § 2(a) | Hasta 10 años de prisión, una multa de hasta 500.000 dólares, o ambas cosas. |
15 | Posesión con intención de distribuir metanfetamina (500 gramos o más) | 21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(A)(viii) | De 10 años a cadena perpetua, una multa de hasta 10 millones de dólares, o ambas cosas. |
16 | Posesión con intención de distribuir ketamina | 21 U.S.C. §§ 841(a)(1), (b)(1)(E)(i) | Hasta 10 años de prisión, una multa de hasta 500.000 dólares, o ambas cosas. |
17-18 | Alteración y falsificación de registros relacionados con una investigación federal | 18 U.S.C. § 1519 | Hasta 20 años de prisión, multa o ambas penas. |
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