¿Puede un menor negarse a recibir visitas en Texas?

¿Puede un menor negarse a recibir visitas en Texas?

Cuando los padres se divorcian o se separan, no es raro que los hijos -sobre todo los adolescentes- no quieran visitar a papá o mamá en algún momento. Quizá estén enfadados con ellos, no les gusten las normas de su casa o tengan otros planes.

Pero, ¿puede un menor negarse a un régimen de visitas en Texas?

La respuesta corta a esta pregunta es, no. Los niños no tienen derecho legal a negarse a recibir visitas en Texas si así lo ordena un tribunal. Simplemente no es su elección.

En este artículo, nuestro abogados expertos en derecho de familia explican las visitas ordenadas por el tribunal, qué hacer si un niño se niega a ver a uno de sus padres y a qué edad pueden tomar sus propias decisiones.

Visitas a los hijos por orden judicial en Texas

Visitas ordenadas por un tribunal en Texas

En Texas, un juez de familia ordena visitas a los hijos como parte de un divorcio, custodia de menores procedimiento, o Demanda que afecta a la relación paterno-filial (SAPCR.) La orden establece un horario de posesión y visita que ambos progenitores deben seguir, basándose en lo que el juez considera que es lo mejor para el menor.

El objetivo principal de las visitas ordenadas por un tribunal es garantizar que el menor mantenga una relación significativa con ambos progenitores, aunque ya no estén juntos.

En Texas, la mayoría de los padres siguen la Orden de posesión estándar (SPO), que es una guía que establece el día y las horas en que el progenitor no custodio tiene derecho a ver al niño. La SPO también especifica cuándo el progenitor no custodio puede llevarse al niño durante un período prolongado, como las vacaciones de verano o los días festivos.

Qué hacer si un hijo rechaza las visitas en Texas

Si un hijo no quiere visitar a uno de sus progenitores, es responsabilidad del otro progenitor hacer un verdadero esfuerzo por cumplir la orden judicial. En otras palabras, el otro progenitor debe hacer todo lo que esté en su mano para que su hijo vaya con el otro progenitor, o de lo contrario él mismo puede enfrentarse a consecuencias por incumplir la orden judicial.

Entonces, ¿cuáles son los posibles cursos de acción si un niño se niega visitas en Texas?

  1. Abrir un diálogo: Ante todo, ambos progenitores deben intentar comprender las reservas del menor. Entablen una comunicación abierta para discernir la raíz de la reticencia e intenten resolverla fuera de los tribunales. Por ejemplo, si un adolescente simplemente tiene otra cosa que preferiría hacer el fin de semana del progenitor que no tiene la custodia, una solución adecuada podría ser que las partes acordaran un horario diferente. Si la reticencia del adolescente tiene sus raíces en algo más profundo, como una relación tensa con el otro progenitor, puede ser necesario recurrir a asesoramiento o terapia para ayudar a resolver el problema.
  2. Buscar mediación: Si los problemas subyacentes no pueden resolverse mediante la comunicación directa, la mediación puede ayudar. Un mediador neutral puede ayudar a los padres a llegar a un entendimiento mutuo y posiblemente ajustar el régimen de visitas a las necesidades y preocupaciones del niño.
  3. Modificar la orden judicial: Cualquiera de los progenitores puede dirigirse al tribunal para solicitar una modificación de la orden de custodia o de visitas existente basándose en el rechazo constante del menor y en las razones subyacentes. Los tribunales siempre darán prioridad al interés superior del menor a la hora de considerar las modificaciones.
  4. Asistir a terapia: Los tribunales pueden recomendar u ordenar sesiones de asesoramiento para el menor, los padres o toda la familia. Un terapeuta puede ayudar a abordar y resolver las barreras emocionales o psicológicas que provocan la negativa.
  5. Potencial de desprecio: Si uno de los progenitores no hace verdaderos esfuerzos por cumplir la orden de visitas, el otro progenitor puede presentar una moción de ejecución. Se celebrará una vista y ambas partes tendrán la oportunidad de presentar pruebas. Si el juez considera que uno de los progenitores participó en la denegación del régimen de visitas, podría enfrentarse a sanciones legales o incluso a desacato al tribunal, lo que podría acarrear multas, penas de cárcel o ambas cosas.
  6. Documentar todo: En caso de que el asunto se agrave legalmente, ambos progenitores deben mantener registros detallados de cada caso en que el hijo se niegue a las visitas, incluidas las fechas, las horas, las razones aducidas por el hijo y las medidas adoptadas en respuesta.* En el caso de los progenitores que no tienen la custodia, aunque sepan que el hijo se va a negar, es importante que acudan físicamente a la dirección correcta a la hora y en la fecha de su posesión para demostrar que cumplieron la orden y que hicieron un esfuerzo de buena fe por ver a su hijo. Haga fotos y compre algo en una tienda cercana, y guarde el recibo para demostrar la hora, la fecha y el lugar.
  7. Representación legal: En cualquier situación que implique ramificaciones legales potenciales o la necesidad de modificar órdenes judiciales, es crucial consultar y, si es necesario, contratar a un abogado de derecho de familia familiarizado con la ley de Texas. En Varghese Summerset Grupo de Derecho de FamiliaNuestros abogados tienen décadas de experiencia colectiva en asuntos de derecho de familia y pueden proporcionarle la orientación y la representación que necesita.

Nuestros abogados son su puente sobre aguas turbulentas.

¿Y si llamamos a la policía?

Decidir si se debe recurrir a la policía cuando un hijo rechaza el régimen de visitas es una cuestión delicada. Aquí tienes algunas consideraciones y posibles consecuencias si te planteas tomar esa decisión:

⇒ Escalada y trauma: Llamar a la policía puede escalar la situación y podría ser traumático para el niño. Los niños pueden asociar la experiencia con la culpa, el miedo o la ansiedad, lo que puede tener repercusiones emocionales a largo plazo.

Es probable que la policía no haga cumplir directamente el régimen de visitas: Los agentes de la ley generalmente no hacen cumplir directamente las órdenes civiles, como los derechos de visita. Es posible que no tengan autoridad para obligar a un niño a ir con uno de sus padres, especialmente sin una orden judicial que indique específicamente que tienen esta autoridad.

⇒ Creación de un registro: Cuando se llama a la policía, existe la posibilidad de que se cree un informe, aunque no tomen ninguna medida. Este registro puede ser consultado posteriormente en los procedimientos judiciales, lo que podría ayudar o perjudicar su caso, dependiendo de las circunstancias.

⇒Implicaciones legales: Involucrar continuamente a la policía podría influir en la percepción del juez sobre la dinámica en curso y podría afectar a futuras resoluciones sobre custodia o régimen de visitas.

⇒Soluciones alternativas: En lugar de llamar a la policía, considere la posibilidad de discutir la situación con el otro progenitor, buscar la mediación o consultar a un terapeuta o consejero familiar para abordar las preocupaciones y reticencias del niño.

⇒ Consulte con un abogado: Si las negativas se hacen constantes y están afectando a la relación entre el progenitor que no tiene la custodia y el menor, consulte con un abogado especializado en derecho de familia. Ellos pueden proporcionar orientación adaptada a su situación específica e informarle de los mejores pasos a seguir, tanto legalmente como para el bienestar del niño. Los abogados de Varghese Summersett Grupo de Derecho de Familia puede ayudar.

Razones comunes por las que los niños no quieren ir

Los hijos pueden rechazar las visitas por diversos motivos. Algunos son menores y temporales, mientras que otros pueden indicar problemas más profundos. Estas son las razones más comunes por las que un niño puede resistirse a las visitas:

Dificultades de adaptación: Especialmente poco después de una separación o divorcio, los niños pueden tener dificultades para adaptarse a dos hogares separados, reglas y rutinas diferentes.

Conflictos con el otro progenitor: Los desacuerdos o malentendidos con el progenitor no custodio pueden provocar reticencias. Esto puede deberse a diferencias disciplinarias, cambios en el estilo de vida u otros desacuerdos.

Influencia del progenitor custodio: A veces llamado "alienación parental,"Un niño puede rechazar las visitas debido a percepciones o creencias negativas inculcadas por uno de los progenitores sobre el otro. Esto puede ser involuntario o deliberado.

Comodidad y conveniencia: Puede que prefieran la familiaridad de una casa, sobre todo si es donde han vivido la mayor parte de su vida. O puede que eviten las molestias de tener que hacer las maletas y cambiar de casa con regularidad.

Actividades sociales y extraescolares: A medida que los niños crecen, su vida social y sus actividades extraescolares adquieren mayor importancia. Pueden resistirse a las visitas si creen que interfieren con sus planes, amistades o actividades.

Nuevas dinámicas familiares: La introducción de nuevas parejas, hermanastros u otros miembros de la familia en el hogar del progenitor no custodio puede ser una fuente de incomodidad o ansiedad.

Miedo o experiencia de abuso: En los casos más graves, un niño puede negarse a recibir visitas debido a abusos físicos, emocionales o sexuales. Estas situaciones requieren atención e intervención inmediatas. Si se sospecha de malos tratos, llame inmediatamente a la policía.

Fases del desarrollo: Ciertas etapas del desarrollo pueden hacer que los niños sean más resistentes al cambio o más apegados a uno de los padres.

Condiciones de vida: Las diferencias en las condiciones de vida, como una vivienda más pequeña, la falta de espacio personal o menos comodidades, pueden hacer que un niño se muestre reacio.

Chantaje emocional: El niño puede utilizar la negativa como medio para manipular situaciones en su beneficio o para expresar su descontento por cuestiones no relacionadas.

Comprender la causa de la negativa es esencial para abordar el problema con eficacia. La comunicación abierta, la paciencia, el asesoramiento y, en algunos casos, el asesoramiento jurídico pueden ayudar a superar estos retos y garantizar que se dé prioridad al interés superior del niño.

¿A qué edad puede un niño negarse a recibir visitas en Texas?

Según Sección 129.001 del Código de Prácticas y Recursos Civiles de Texas (Texas Civil Practice & Remedies Code) En Texas, un menor es considerado adulto legal cuando cumple 18 años. Como adulto, no se le puede obligar a visitar a uno de sus progenitores y tiene derecho a tomar sus propias decisiones, incluido cuándo y con qué frecuencia visita a sus padres.

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¿No puede elegir un niño a los 12 años?

Se trata de un error muy común. Un menor de 18 años no tiene derecho legal a negarse a un régimen de visitas. Sin embargo, los mayores de 12 años pueden expresar sus deseos al juez. El juez puede tener en cuenta la preferencia del menor, pero no está obligado a seguirla.

¿El niño no quiere visitar a mamá o papá? Póngase en contacto con nosotros.

Si su hijo rechaza las visitas con usted o con el otro progenitor, probablemente se sienta abrumado e inseguro sobre qué hacer. Varghese Summerset Grupo de Derecho de Familia entiende estas complejidades, y estamos aquí para ayudar. Nuestros abogados tienen una gran experiencia en casos de derecho de familia que implican la custodia de los hijos y las cuestiones de visitas.

Póngase en contacto con nosotros en 817-900-3220 para una consulta para discutir su situación hoy. Estamos dedicados a ayudar a encontrar la mejor solución para usted y sus hijos.

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